¿Estás pensando en realizar un cambio en tu vida? ¿Tus últimos análisis de sangre no han sido muy correctos o te has mirado al espejo y la imagen que veías estaba muy lejos de ser la que era y casi ni tú mismo te reconocías?

1. Los 3 blancos: Suprime de tu dieta el azúcar, la leche y el pan. Estos 3 alimentos están detrás de la pérdida de nuestra salud y de nuestro bienestar. Para tener un peso adecuado, controlar la inflamación y tener una buena salud intestinal, podemos sustituir estos alimentos por estos otros:

    • El azúcar blanco por azúcar integral o de caña panela para endulzar el café o el té o por miel para la tostada en vez de mermelada o añadiendo frutos secos como la almendra o las nueces o frutos pasos como los dátiles u orejones para edulcorar el yogurt.
    • La leche animal por leche vegetal de avena o de arroz
    • El pan blanco de trigo por pan integral, ecológico, como el pan de espelta o de centeno.

Como para muchos, eliminar estos 3 alimentos puede llegar a ser traumático, se recomienda ir sustituyendolos poco a poco hasta eliminarlos definitivamente.

2. Los procesados: Evitar los alimentos procesados como la bollería, la comida rápida, los platos precocinados, las salsas y las cremas. Todos estos alimentos contienen aceites refinados y multitud de aditivos alimentarios que están detrás de la inflamación y los desarreglos intestinales.

En general, hay que evitar todo lo que venga envasado.

3. El desayuno: Retrasar el desayuno un par o tres de horas le da al intestino un tiempo muy valioso para descansar, permite activar la quema de grasas, favorece la limpieza de toxinas y sobre todo activa la autofagia.

4. La hidratación: Beber entre 2 y 3 litros de agua al día permite mantener todas las funciones vitales en marcha, en especial la eliminación de toxinas del cuerpo y el buen funcionamiento del intestino, el cerebro, la piel y las articulaciones.

5. La masticación: a través de la función del masticar, mantenemos la salud intestinal y activamos la señal de saciedad, que nos permitirá tener control sobre el qué y el cuánto comemos.

6. El caminar: La actividad física, como el caminar o la realización de algún tipo de deporte es esencial para mantener la salud y el bienestar.
Podemos empezar con caminatas cortas de 30 minutos, para pasar a 45 o 60 minutos todos los días a ser posible en horas diurnas, cuando nos podamos beneficiar además de los efectos del sol.

7. El dormir: Un sueño profundo y reparador solo se consigue estando a oscuras. Cuando duermas, apaga cualquier luz que tengas cerca: incluyendo el móvil, la tablet o el ordenador. Desconecta los datos de todos los dispositivos electrónicos.
Durante el sueño se regeneran tejidos, se quema grasa, se limpia el cerebro y se resetea el reloj biológico.

Existen más pautas que podemos ir incorporando a nuestro día a día. Todas ellas conforman un estilo de vida saludable que nos va a permitir estar mejor con nosotros mismos y con los demás.

Notas:

  • La autofagia es el proceso por el que la célula descompone y destruye proteínas viejas, dañadas o anormales, y otras sustancias en su citoplasma (líquido en el interior de la célula). Los productos de la descomposición se reciclan para funciones celulares importantes, en especial durante períodos de estrés o ayuno.
  • El azúcar de caña panela es un edulcorante más natural que el azúcar blanco, ya que no ha sido refinada y aún conserva sus nutrientes, frente al primero que solo es fuente de carbohidratos. Es una buena alternativa a la hora de endulzar bebidas o de elaborar recetas de repostería.

Bibliografía

  • Dra. Belaustegui, “7 pasos para recuperar tu salud y tu energía”, YouTube Vida Potencial (2021), https://youtu.be/uLfq0yB3ohw
  • Jan Chozen Bays, MD, “Comer atentos, guía para redescubrir una relación sana con los alimentos”, Shambhala Español Boulder (2015).