PRÓLOGO
En tus manos sostienes una herramienta de motivación masiva. Y como el rendimiento personal depende de la motivación y el talento, en realidad sostienes en las manos un acelerador de la carrera hacia tus sueños.
Su autora es una persona especial. Eugenia es intrépida y valiente pero dulce y pausada a la vez. Tiene el don del equilibrio. Tan rápido se acelera para completar un proyecto como toma distancia para analizarlo tranquilamente. Lee mucho. Reflexiona mucho. Creo que lo lee todo. Y piensa en todos. La gente es su pasión y su conexión con ella, su alimento vital.
Me sorprendió cuando la conocí. Recuerdo que la conversación, a la salida de una charla de motivación a la que llegamos por caminos diferentes, fue más o menos así:
—Hola, he visto que te fijabas mucho en la gente… ¿qué haces aquí? —le pregunté.
—Ah, hola. Yo soy una motivadora.
— ¡Qué grande! Yo también —le contesté.
—Yo motivo a la gente para que vaya a eventos de crecimiento personal —continuó.
—Qué bueno —le dije—. ¡Yo los doy!
Nos reímos y congeniamos. Después, nos vimos media docena de veces y, ahora, forma parte habitual del staff en mis eventos. Me siento un privilegiado por tenerla a ella ahí.
Por supuesto, ella también hace eventos. Y pronto los hará más grandes. Este libro es fruto de uno de ellos.
Creo que la mejor manera de leer el libro es dejarte guiar por él. Dejar que cada capítulo-día nos dirija el pensamiento durante la primera parte del día. Me gusta leer cada capítulo al principio del día, para marcar el tono. Reservar un ratito antes de empezar el día y, si conviene, levantarme media hora antes. Sin duda, haciendo esto el día es mejor. Dos bloques de veintiún días son suficientes para cambiar el rumbo de nuestros actos.
¿Por qué veintiún días?
Muchos ciclos en la naturaleza necesitan de veintiún días. Veintiún días son tres bloques de siete. Si pensamos que un día es nuestro ciclo de tiempo principal, la semana es nuestro segundo ritmo principal. Puedo constatar que los deportistas profesionales (una de mis pasiones) necesitan tres bloques de siete días, como mínimo, para ponerse en forma y dos bloques de veintiún días (seis semanas) suele ser el tiempo ideal de preparación para una gran competición.
Quizás veintiún días no sean suficientes para cambiar hábitos importantes, pero sí lo son para empezar a marcar tendencia y romper el estatismo inicial. Si no empiezas por los primeros veintiún días, te quedarás estancado en tus resultados el resto de tu vida. Y si completas los dos ciclos de veintiún días que propone el libro, entonces te volverás imparable.
A menudo, explico que el cambio de hábitos sigue la primera Ley de Newton: la de la inercia. Según Newton, todo cuerpo tiende a permanecer en el estado en que está a no ser que le apliquemos una fuerza exterior. Cuando mandamos un cohete al espacio, más de la mitad del combustible se consume apenas en los primeros minutos de propulsión pero, una vez está en marcha, ese movimiento no lo detiene nada.
De manera parecida, cambian nuestros hábitos. Necesitamos una cantidad ingente de voluntad y motivación (nuestra energía) para empezar a impulsar el cambio de hábitos pero, pasados estos veintiún días, una vez el hábito está en marcha, el cambio ya es imparable.
Si no estás satisfecho con tu vida o quieres algo más de ella, vas a tener que cambiar primero tú. En la vida no tenemos lo que queremos sino lo que nos merecemos por la persona que somos. El cambio es automático pero el progreso no. El progreso personal pasa por el cambio de hábitos por eso te he dicho que tienes en tus manos una herramienta de cambio.
Gracias por haber escrito este libro, Eugenia.
Mi vida ha mejorado desde que Eugenia está en ella y no tengo ninguna duda de que la tuya mejorará ahora.
Xesco Espar
Inspirador y Experto en Alto Rendimiento
Autor de Jugar con el Corazón.
PRESENTACIÓN
Creer es crear. Sin más. Pura magia. Una fórmula infalible que Eugenia domina a la perfección, de ahí que la bautizara con el sobrenombre de «la reina de las pequeñas cosas». Ese es su don: de una pequeña idea, es capaz de crear un gran acontecimiento.
Cuando la conocí, no atravesaba un buen momento, o eso era lo que entendíamos, tanto ella como yo, con la información de la que disponíamos entonces. Hoy tengo la certeza de que no solo era un buen momento —que siempre lo es— sino que, además, fue de los mejores.
En mayo de 2014, Eugenia y yo coincidimos en un mismo instante. Habíamos sacudido nuestras vidas y lo habíamos puesto todo patas arriba, con el firme propósito de tomar las riendas de nuestra existencia y aprender a vivir, pero esta vez de verdad. Y ahí fue donde nos encontramos, en un punto de inflexión, en un lugar incierto desde el cual puedes sentir que la vida te sostiene y el corazón te guía; en un viaje sin retorno que, aparentemente, no te lleva a ninguna parte y, sin embargo, te ofrece el mejor de los destinos: volver a ti mismo.
Y eso es lo que ocurrió. Nos embarcamos en un trayecto sin final, con la maleta llena de entusiasmo, determinación y confianza. Es un equipaje liviano, pero si te aseguras de llevar contigo estas tres cosas, el viaje se convierte en una forma de vida apasionante con aprendizaje en todas las estaciones.
Al iniciar la travesía, andas todo el día con la boca abierta, todo te sorprende, todo te alimenta y lo primero que descubres es que, si confías, la vida te proporciona lo que necesitas en cada instante. Y de esto, Eugenia sabe mucho.
En segundo lugar, empiezas a experimentar el poder de la conexión. Gente que sube, gente que baja, unos llegan y otros se marchan, todos ellos con un propósito en tu vida, con un mensaje, con una enseñanza. Cuando aprendes a verlo, la vida te cambia. Y Eugenia es una experta en esta fase.
Finalmente, cuando le coges el truco, te rindes a la vida. Ya no importa si vienes o vas; lo que cuenta es ser, estar, sentir. Al comprender esto, sueltas el control de mandos y te dejas fluir e influir por el amor, la única energía que todo lo puede y todo lo transforma. Y ese es el mayor éxito de Eugenia: haber llegado al amor a través de sí misma y entregarse a los demás, como parte de su proyecto de vida.
Eugenia es una excelente compañera, viajar con ella es muy fácil y divertido, ni siquiera necesitas billete. El único requisito es que —como nosotras— andes en la búsqueda de la magia y, sobretodo, estés dispuesto a creer en ella cuando la encuentres.
Eva Ramirez
Escritora y mentora en desarrollo de proyectos literarios
Coautora de 100 mensajes para mis hijos
gracias
Ni en mis mejores sueños estaba previsto publicar un libro, siempre he tenido un bloqueo mental para escribir. Pero cuando sigues las señales de la vida, rompes bloqueos y escuchas tu voz interior, pasan cosas maravillosas, ¡como este libro!
Los 21 DÍAS DE MOTIVACIÓN es una recopilación de herramientas de motivación, inspiración y recursos que a mí me han ayudado a crecer de manera muy rápida y efectiva. Y mi propuesta es facilitar, a todo aquel que quiera, el conocimiento que he logrado en estos últimos años para que os empoderéis y lo pongáis en práctica.
Os lo explico según el momento de consciencia en el que me encuentro, compartiendo aquello que he aprendido, he practicado y más me ha servido en mi camino. Seguiré evolucionando, lo sé, pero también sé que lo que ahora comparto servirá para que muchas personas conecten en este punto y les sirva de inspiración para pasar a la acción.
Todo está bien • No te creas nada de lo que leas; por favor, ponlo en práctica. Compruébalo. • Este es un programa pensado para empezar un lunes. • Este plan de 21 días ha sido creado para enviarlo por correo electrónico, día a día y así tener un soporte extra. Puedes contactar conmigo en eugenia@centvuitantagraus.com • En los ejercicios que se plantean, se incluye la interactuación y el envío de mensajes. Hazlo, es importante que pases a la acción, sacarás mucho más provecho, aprenderás y cambiarás tus creencias más rápido.
Eugenia Dinarès Archs