Día 2

día 2

¿Practicaste ayer la afirmación: «Todo está bien»? Piensa que tiene que aparecer automáticamente en tu mente cuando tengas un bajón… Hay que practicar ¿Cuántas veces tu mente ha cuestionado el ejercicio? ¿Has confiado?

En este enlace encontrarás un artículo por si quieres leer más sobre «Todo está bien», a veces se necesita saber más para creer.

Atención, pregunta: ¿Cuál es la principal herramienta en tu trabajo? Tic, tac, tic, tac… ¡Tu cuerpo!

A través del mindfulness he aprendido a chequear mi cuerpo, parar, respirar y observar que partes del mismo me están avisando para que les preste atención. La bioneuroemoción me ha enseñado a interpretar las emociones según la parte del cuerpo que me avisa y el tipo de dolencia. Las tensiones, los dolores y los sufrimientos, la inconsciente acumulación de acontecimientos inquietantes, pasan su factura y afectan la capacidad de tu mente para trabajar y dirigir todo lo demás: Mens sana in corpore sano.

La verdadera llave para poder desbloquear ciertas emociones se consigue a través del cuerpo. La postura, en muchas ocasiones, refleja el estado de ánimo, el cual está directamente relacionado con las emociones o sentimientos. No nos referimos a las posturas incorrectas, como cuando estamos delante de un ordenador o realizamos una actividad física en concreto; sino a la postura que adoptamos ante la tristeza, el cansancio, la pena… o ante la alegría, el triunfo, el dominio de la situación…

Todas nuestras emociones se originan en el cuerpo físico. Nuestros movimientos corporales, gestos y postura pueden ayudarnos, o no, a sentir confianza. Recordad, las emociones son creadas por nuestros movimientos. Si quieres sentir confianza, muévete de tal forma que te haga sentirla, aunque en ese momento no la sientas. Puedes «engañar» a tu mente al pretender sentirte de determinada manera, aunque no sea cierto; la mente caerá en el engaño y te sentirás de acuerdo con tus movimientos.

PASA A LA ACCIÓN

Ejercicio del día. Repetir durante todo el día: «Arriba y adelante»

¿Sabes que si finges la sonrisa, miras hacia arriba cuando andas por la calle y caminas recto te sientes mucho mejor? A tu cerebro le llega la información. Practica esta postura durante el día, andando por la calle, antes de entrar a una reunión, en el momento de encontrarte con una persona, al pedir un préstamo al banco… Siempre con firmeza; tu cuerpo, tu cerebro y los demás recibirán un mensaje de confianza.

¿Cómo es la postura? Primero, arriba. La cabeza es elevada por un cordel invisible. Esta cuerda te levanta suavemente para ayudar a mejorar tu aspecto y cómo te sientes. Tu cabeza debería moverse suave y libremente de un lado a otro y de adelante hacia atrás. Esta libertad de movimientos es el indicador de que la cabeza no se encuentra hundida por tensiones no deseadas.

Después, adelante. Cuando levantas la cabeza, esta se inclina de manera natural hacia delante para mantener el nivel de los ojos. Esto es bueno y hará que te veas muy bien. Si añades una sonrisa desde los ojos… ¡el éxito se encuentra en tu camino!

Así que arriba y adelante te conducirá a tener menos estrés y, tal vez, más éxito.

Vídeo de apoyo: Cómo cambiar el estado de ánimo – UPW – Tony Robbins

Ejercicio de tu proyecto. Desarrolla tus objetivos

Para fomentar la creatividad y agudizar la inteligencia, siempre he practicado la «Ley del mínimo esfuerzo», pensar como trabajar menos. Seguramente, pensando, he gastado demasiada energía, pero me ha servido para aprender y hacer las cosas de manera diferente.

Te dejo un enlace a una de las webs que más me ha gustado para enfocar tu proyecto: https://goo.gl/uXV6yV

Hoy anda recto y erguido. ¡A comerse el día!

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