Las emociones difíciles se presentan constantemente. El dolor emocional está siempre con nosotros, con nosotras por mucho que intentemos evitarlo y vienen sin previo aviso.
Sin embargo, lo importante no es su existencia, sino la manera que tengamos de relacionarnos con ellas.
Podemos ser conscientes del dolor que nos producen las emociones difíciles, evitando que nos atrapen y aprender de ellas con amabilidad y comprensión.
Si nos abrimos al dolor emocional y dejamos de sentirnos culpables con nosotros mismos, con nosotras mismas o con los demás, cada vez que algo no sale como inicialmente habíamos pensado, empezaremos a aceptarnos con todas nuestras virtudes y defectos.
Liberarnos de las emociones difíciles y de los pensamientos destructivos a través de la autocompasión, permite mejorar nuestra autoestima y reducir los niveles de estrés y ansiedad.
La autocompasión es la base para poder practicar la compasión por los demás.
El primer paso consiste en cuidarnos a nosotros mismos, a nosotras mismas, tanto física como emocionalmente. De la misma manera que nos aplicamos un vendaje cuando nos hemos torcido un pie, con la intención de aliviar el dolor, tal como hemos aprendido en algún momento de nuestra vida, ¿por qué no nos aplicamos de la misma forma un vendaje cuando sentimos dolor emocional?, ¿por qué no somos igual de hábiles gestionando nuestras emociones difíciles?, ¿por qué no nos sorprende la práctica de la autocompasión física y nos cuesta tanto gestionar la autocompasión emocional?
El cuerpo se protege del dolor físico luchando, huyendo o quedándose inmóvil. Pero ¿qué ocurre cuando el dolor es emocional?, ¿cómo nos protegemos de nosotros 4 mismos, de nosotras mismas, cuando ese dolor se vuelve contra nosotros, contra nosotras, en forma de crítica, rechazó o aislamiento?
El cultivo de una nueva relación con nosotros mismos, con nosotras mismas, a través de la amabilidad con uno mismo, con una misma, del sentimiento de relación con el resto de la humanidad y de una conciencia equilibrada es según Neff, K. (2003) (1) el camino de la autocuración.
La psicología moderna se ha centrado en los últimos 25 años en el Mindfulness como vía para hacer frente al dolor emocional. Parte de la base de tener la mente abierta y ser práctico y flexible, no estando supeditado a ninguna religión o creencia ya sea cristiana, judía, musulmana, atea o científica.
Mindfulness significa Atención plena o darse cuenta de la experiencia presente, con aceptación y tiende a centrarse en nuestra experiencia con una sensación, un pensamiento o un sentimiento.
Cuando sientes dolor emocional, ¿paras para observarlo? o ¿sigues distraído con
tus quehaceres diarios? ¿Te permites vivir las emociones, sentir la tristeza o experimentar la rabia? Cuando acontece una emoción en tu vida, te preguntas ¿para qué? o ¿qué aprendizaje me muestra la vida?