Mindful Eating

Vida, Salud, Compromiso

Comience a dar forma a su vida hoy

Ayudándole a tomar conciencia en el acto de comer

¿Sientes que es hora de aprender a comer con más consciencia, pero parece que no puedes encontrar la manera?

Mindful Eating nos ayuda a tomar conciencia de qué, de cómo, de cuánto, de por qué y de para qué comemos. El resultado de este proceso de auto indagación nos permitirá conectar más profundamente con nuestras necesidades, así como con nuestra búsqueda de una alimentación más consciente.

¿Qué es Mindful Eating?

El Mindful Eating o Alimentación Consciente consiste en llevar la atención plena al acto de comer.

En nuestro proceso de aprendizaje, incorporamos patrones disfuncionales hacia la comida, otorgándole incluso el poder de cubrir necesidades ajenas al hambre. Todos hemos vivido la experiencia de comer por comer, de comer por soledad, por presión del entorno o simplemente porque queda comida en el plato y hay que acabarla.

La conducta de comer no tiene, muchas veces, relación con las señales interoceptivas de hambre y saciedad. Hay 3 estilos de ingesta: 1. el restrictivo, relacionado con la prohibición en el consumo de alimentos y que es insostenible a medio y largo plazo, ya que acaba produciendo el deseo incontenible de consumirlos, 2. el emocional, que consiste en tratar de gestionar las emociones a través de la ingesta de alimentos y 3. el factor externo, relacionado con el deseo de comer a partir de señales externas, tales como la presencia de alimentos, olores, colores o presentaciones atractivas.

Los estilos no son en sí un problema. El problema está en la desatención y la desconexión con las señales que emite nuestro cuerpo. La atención a las propias señales internas con respecto a la ingesta de alimentos nos permitirá equilibrar las 3 fuerzas que intervienen en este proceso: 1. la satisfacción, como fuente de placer y bienestar, 2. el cuidado, entendido como atención a nuestras necesidades físicas, psicológicas y emocionales y, por último 3. la salud, entendida como estado de completo bienestar físico, mental y social.

¿Cómo sé si una terapia de alimentación consciente es adecuada para mí?

Por alimentación emocional se entiende tener hambre “desde un vacío emocional” y no “desde una necesidad corporal”. Comer desde la emoción significa utilizar la comida como analgésico emocional que tomamos cuando algo nos duele o nos incomoda.

Si utilizamos este recurso de forma ocasional, no existe problema. El problema aparece cuando es el único recurso del que disponemos para manejar nuestros sentimientos y emociones.

Thich Nhat Hanh y Lilian Cheung expresaron que “aprender a comer y a vivir conscientemente es la clave para experimentar la salud y la paz. Al llevarla a su máxima expresión, la alimentación consciente transforma una simple comida en una experiencia espiritual, ofreciéndonos una profunda apreciación de todo lo que ha ocurrido en la creación del alimento; así como una profunda comprensión de la relación entre la comida en nuestra mesa, nuestra salud y la salud del planeta”.

La comprensión y el equilibrio de las necesidades de nuestro cuerpo y de nuestro ser, son básicas para tener una vida sana y plena. Comer con atención plena nos ayuda a prestar atención a nuestras necesidades, convirtiendo el acto de “comer rutinario” en un acto de “alimentación consciente”.

A través de la compresión, descubrimos que existen vías más saludables y acordes con nuestras necesidades vitales.

¿En qué consiste comer con atención plena?

Bajar el ritmo de trabajo y prestar atención a lo que estamos comiendo a través de las herramientas y estrategias que nos proporciona Mindful Eating, nos permitirá:

  • Identificar lo que estamos comiendo y a ser conscientes de ello.
  • Reconocer y diferenciar la sensación de hambre y saciedad.
  • Elegir correctamente los alimentos que nutren nuestro cuerpo y nuestra mente.
  • Apreciar lo que estamos comiendo, disfrutando y sintiendo los alimentos.
  • Identificar patrones de conducta alimentaria que nos alejan de una alimentación sana y equilibrada.
  • Darme cuenta de como actúa el piloto automático, volviendo al momento presente.
  • Observar cómo es nuestra relación con la comida, sin juzgar.
¿Cuáles son los estados emocionales que activan la necesidad de comer?
  • Un sentimiento de aislamiento.
  • Un sentimiento de abandono.
  • Un sentimiento de vacío o frustración.
  • Un sentimiento de auto consuelo activado por un impulso de tristeza.
  • Nerviosismo o inquietud frente a una situación.
  • Falta de vitalidad ante un estado de cansancio o energía vital baja.
  • Como sustitutivo frente a la falta de descanso, resultado de una fatiga no atendida.
  • Un sentimiento de ansiedad provocado por la procrastinación de una acción o por falta en la toma de decisión de algo.
  • Como compensación por sentirnos privado por algo que creemos merecernos.
¿Qué beneficios me aporta la alimentación consciente?
  • Nos ayuda a regular las comidas fuera de horas.
  • Reducir las ingestas de cantidades desmesuradas .
  • Detectar cuando estoy comiendo en “piloto automático”.
  • Dejar de pensar que se trata de una dieta para perder peso, entendiendo por qué habías fracasado.
  • Minimizar el sentimiento de culpa que produce pensar en que “comes algo que no deberías comer”.
¿Por qué no es para ti?
  • Porque eres impaciente y solo buscas resultados rápidos.
  • Porque solo buscas perder peso.
  • Porque tu bienestar no es una prioridad para ti.
¿Cómo consigo una alimentación consciente?
  • Bebiendo siempre agua antes de comer: Esto contribuye a reducir la ansiedad, al aumentar la sensación de ansiedad.
  • Comiendo sentado y en un lugar tranquilo: Permite concentrarse en el acto de comer. Un entorno ruidoso nos lleva a comer mal y de forma excesiva.
  • Comiendo con tranquilidad: Cuando comemos con rapidez, ingerimos más cantidad de alimentos que cuando lo hacemos despacio. Prestar atención a todo el proceso nos permitirá sentir y saborear los alimentos.
  • Estando alerta sobre nuestros pensamientos en torno a la comida: No va a permitir estar presentes en todo el proceso.
  • Si no tienes hambre, no comas: Hay que evitar comer por costumbre, solo porque estas sentado en una mesa o porque es lo que toca. Comer por inercia, sin pensar si tenemos hambre o no, no es buena idea.
  • Procurando masticar despacio: Nos va a ayudar a saborear los alimentos y nos va a facilitar la digestión.
  • Comiendo de todo: Prestando atención a los nutrientes que nuestro cuerpo necesita, de forma variada y responsable.
  • Evitando quedarnos con sensación de estómago lleno: Hay que diferenciar entre estar saciado, es decir, no necesitar más comida y estar lleno es decir haber comido más de la cuenta, sintiéndonos pesados e incómodos.
  • Abrazando nuestra forma de relacionarnos con la comida: De forma compasiva, sin juzgarnos, ni recriminarnos nada.
  • Aceptar nuestro cuerpo y nuestra relación con la comida: Tal y como son, de una forma amable, ecuánime y respetuosa.

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