Mindfulness
Vida, Salud, CompromisoComience a dar forma a su vida hoy
Ayudándole a tomar conciencia en uno mismo
¿Sientes que es hora de aprender a ser consciente en el momento presente, pero parece que no puedes encontrar la manera?
Mindful Eating Mindful Eating nos ayuda a tomar conciencia de qué, de cómo, de cuánto, de por qué y de para qué comemos. El resultado de este proceso de auto indagación nos permitirá conectar más profundamente con nuestras necesidades, así como con nuestra búsqueda de una alimentación más consciente.
¿Qué es Mindfulness?
Mindfulness es una práctica, basada en la meditación, que consiste en entrenar la atención para ser consciente del momento presente.
Según John Kabat Zinn (1994), mindfulness es “prestar atención de manera intencional al momento presente, sin juzgar”. Mientras que para Vicente Simón (2007), mindfulness es “una capacidad humana universal y básica que consiste en la posibilidad de ser conscientes de los contenidos de la mente, momento a momento”.
Este tipo de atención nos permite relacionarnos de manera directa con aquello que está ocurriendo en nuestra vida, aquí y ahora, en el momento presente.
Tomar consciencia de nuestra realidad, nos da la oportunidad de trabajar conscientemente con nuestro estrés, nuestro dolor, nuestra enfermedad o con los múltiples desafíos de nos van llegando.
Por el contrario, cuando no ponemos atención en nuestras vidas, nos encontramos más preocupados por lo que ocurrió o por lo que aún está por ocurrir, llevándonos al descuido, al olvido y al aislamiento, reaccionando de forma automática y desadaptativa.
Mindfulness tiene su origen en las tradiciones orientales, especialmente del budismo y en concreto de la meditación Vipassana.
A pesar de su origen, el Mindfulness se ha adaptado a las necesidades de la vida en Occidente. Poco a poco se ha ido incorporando como técnica utilizada por médicos y psicólogos en su práctica profesional.
La investigación sobre el Mindfulness se ha ido multiplicando de forma exponencial, dando a conocer los múltiples beneficios de su práctica.
El Mindfulness que utilizamos en la psicología moderna no necesita una posición corporal concreta para ser practicada y no está relacionada con ningún tipo de creencia religiosa.
¿Cómo sé si una terapia de meditación consciente es adecuada para mí?
..El objetivo principal del Mindfulness es la práctica de la atención consciente y plena, un estado de silencio interior para observar los pensamientos y emociones con mente de principiante, sin juicio y con aceptación.
Los 4 fundamentos básicos para este tipo de meditaciones son:
- Observar el cuerpo, para ver aquello que hace que el cuerpo se mueva, captando la intención que impulsa a la mente a actuar.
- Observar las sensaciones, siendo completamente conscientes de ellas.
- Observar la mente, para detectar las distracciones
- Observar la actitud mental, notando la alegría, apatía, preocupación, calma, tristeza…
Mindfulness está considerada una terapia cognitivo-conductual de tercera generación (TTG), donde se puede trabajar el proceso personal, conectando con la sencillez a través de las pequeñas cosas que nos ofrece la vida.
Es una técnica que va dirigida a todo el mundo, ya que puede adaptarse a cada persona, en cualquier momento de su vida.
¿Cuáles son los beneficios más importantes de la práctica del Mindfulness?
- Regulación de la atención: La atención es como un foco que ilumina un escenario, pero no es lo suficientemente grande, como para iluminarlo todo. Por eso debemos dirigir el foco a aquello que queremos ver. Saber mover el foco para alumbrar lo que es más importante en ese momento es de vital importancia. El Mindfulness permite entrenar la regulación de la atención y permite ser consciente de aquello que solemos pasar por alto cuando activamos el piloto automático.
- Conciencia del momento presente: El ritmo de vida actual es, en general, acelerado. Aprender Mindfulness nos permite desactivar el piloto automático y nos facilita ser conscientes del momento presente.
- Conciencia de las emociones: Vivir el momento presente nos permite ser conscientes de lo que estamos sintiendo en cada momento. Nos permite sufrir menos por emociones vividas en el pasado, sentir menos las emociones que puedan surgir en el futuro y ser conscientes de las emociones que estamos viviendo en el presente.
- Conciencia de los pensamientos: Muchos pensamientos no tienen una base real en este momento, distorsionando la realidad en la que vivimos. Ser consciente de esta actividad en la mente nos permite gestionarla mejor y podemos dejar ir estos pensamientos para centrarnos en lo que realmente queremos.
- Mejora la capacidad de estudiar: Ya que mejora la regulación de la atención y disminuye el flujo de pensamientos distractores.
- Mejora la capacidad de relajación: Aunque Mindfulness no es una técnica de relajación, es una consecuencia beneficiosa que obtenemos de su práctica.
- Disminuye la ansiedad: Y aunque la ansiedad es una emoción normal y necesaria para activar el organismo ante un posible peligro, un exceso de activación puede ser patológico. En realidad, anticipa una fuerte preocupación por lo que puede suceder en el futuro. Mindfulness ayuda a disminuir la ansiedad focalizando la atención en el momento presente.
- Mejora las relaciones interpersonales: Ya que ayuda en el desarrollo de habilidades sociales, como la empatía.
- Mejora las capacidades en la educación: Ya que aumenta la capacidad creativa y mejora el rendimiento académico.
¿Cómo afecta el Mindfulness a nuestro cerebro?
Nuestro cerebro esta en constante cambio. La neuroplasticidad de nuestro cerebro no depende únicamente de lo que capta a través de los sentidos. Nuestros pensamientos, emociones, hábitos, experiencias o interpretaciones de lo sucedido son también fuentes de información, capaces de realizar cambios en nuestro cerebro.A través de la práctica regular de Mindfulness podemos controlar la forma en la que nuestro cerebro recibe esta información, pudiendo de esta manera optimizar funciones cerebrales tan importantes como la planificación cognitiva compleja, la toma de decisiones, la resolución de problemas, el discernimiento, o la acción estratégica de procesos, entre otras.
Recientes estudios científicos en neurociencia nos muestran 4 formas en las que nuestro cerebro cambia al incorporar el hábito de la atención plena en nuestra rutina diaria:
- Desconecta nuestro “yo” del cerebro
Varias investigaciones han demostrado que existen fuertes conexiones neuronales con una zona de la corteza prefrontal ventromedial, a la que la Dra. Rebecca Gladding ha llamado “centro del Yo”. Esta zona no es particularmente racional. Es reactiva, impulsiva e irreflexiva.
Esto nos hace particularmente propensos a interpretar las situaciones diarias como si fueran problemas personales y a tener pensamientos repetitivos que nos llevan a experimentar miedo sobre todo aquello que vivimos, sobre los errores cometidos, sobre los juicios que recibimos de los demás, …
La práctica regular de Mindfulness permite debilitar las conexiones con esta zona particular de la corteza prefrontal, creando al mismo tiempo fuertes conexiones con la corteza prefrontal dorsolateral, a la que ha llamado “centro de Evaluación”.
Esto nos ayuda a interpretar las situaciones de manera menos personal y a acercarnos a nuestros pensamientos de forma más racional.
- Regula nuestra amígdala
La Amígdala es nuestro “centro de lucha o huida”. Es la parte de nuestro cerebro que controla la forma en la que reaccionaremos ante situaciones de miedo o estrés. Cuando se activa, experimentamos sensaciones de agobio o nerviosismo. Una sobreestimulación de la amígdala nos causa una sensación de ansiedad constante.
Una práctica regular de Mindfulness hace que la amígdala se calme, permitiendo que las funciones cerebrales superiores aumenten su actividad, favoreciendo respuestas más reflexivas, mientras que las respuestas automáticas de los cerebros límbico y reptiliano la disminuyan, inhibiendo respuestas cerebrales más arcaicas.
Como consecuencia, la amígdala se vuelve literalmente más pequeña, mientras que la corteza prefrontal, asociada a los procesos cerebrales superiores, como la conciencia, la concentración y la toma de decisiones, se vuelve más gruesa.
- Entrena nuestra atención
La mente tiene una extraordinaria capacidad para crear nuevos pensamientos, pero nuestra capacidad para mantenernos atentos y enfocados en cada uno de esos pensamientos en muy limitado.
La atención es un mecanismo cerebral que nos posibilita interactuar entre diferentes regiones cerebrales y nos permite fortalecer cualidades psíquicas como la memoria, la metacognición o la regulación emocional.
Y la atención, como cualquier otro “músculo” de nuestro cuerpo, debe ser entrenado para que pueda desarrollar al máximo sus capacidades. La práctica de Mindfulness es la mejor manera de fortalecer nuestra habilidad de enfocar y dirigir nuestra atención, al tiempo que fortalece las conexiones entre las neuronas (sinapsis), crea nuevas conexiones y favorece la supervivencia neuronal y el funcionamiento cognitivo.
- Estimula la neurogénesis
Hoy sabemos, a través de los numerosos estudios científicos realizados, que nuestro cerebro tiene la capacidad de regenerarse gracias a las células madre cerebrales. Este proceso de regeneración, llamado neurogénesis, es vigente a lo largo de toda nuestra vida biológica.
El estrés crónico es el factor que más influye en la reducción de la neurogénesis, llegando incluso a inhibirla. Por el contrario, la práctica del mindfulness, por su capacidad para reducir el estrés, aumenta considerablemente la creación de nuevas neuronas.
Durante el estrés, se produce una hormona llamada cortisol, que actúa como desencadenante de muchos procesos negativos en nuestro cuerpo. La práctica de mindfulness facilita la reabsorción de este neuroquímico en tan solo 3 minutos de práctica, indicándole al cerebro que libere aquellas sustancias endógenas (serotonina, dopamina, endorfina, oxitocina, vasopresina, acetilcolina, …) que le van a permitir promover los procesos de regeneración neuronal.
¿Cuáles son los principales componentes del Mindfulness?
- Ser consciente: Consiste en prestar atención plena en el momento presente.
- Observar: Consiste simplemente en observar lo que va apareciendo en la mente.
- Aceptar: Algunos pensamientos pueden producirnos rechazo o disgusto. Se trata de aceptarlos, permitiendo que sean tal y como son, sin poner resistencia.
- No juzgar: Consiste en no realizar valoraciones de los contenidos que van apareciendo en la mente, ya sean positivas o negativas.
- Experimentar: Tener una actitud curiosa y de mente abierta, recibiendo las sensaciones como si fuera la primera vez que aparecen, con mente de principiante, evitando la influencia de aprendizajes previos.
- Soltar: Significa dejar ir las cosas, sin retenerlas, entendiendo que todo es impermanente, que todo tiene un inicio y un final, que todo tiene una duración finita. Es decir, dejar ir la experiencia.
- Paciencia: Entender que las cosas suceden cuando tienen que suceder.
- Confiar: Significa creer en uno mismo, en nuestros sentimientos y en nuestra propia intuición y sabiduría.
¿Cuánto tiempo tengo que practicar?
El tiempo de práctica dependerá del tipo de meditación que vayamos a realizar.
La práctica puede ser:
- Formal: Requiere un mínimo de 45 minutos al día realizando ejercicios de meditación mindfulness.
- Informal: Consiste en aplicar las habilidades mindfulness a cualquier acción cotidiana, ya sea en casa, durante un paseo o en el trabajo.