1. Dieta alcalinizante obtenida a través de la ingestión de al menos un 50% de verduras frescas.
El agua, la fibra y los antioxidantes que contiene las verduras frescas neutralizan los radicales libres y todos los desechos ácidos del metabolismo celular facilitando a demás su eliminación .
Sabemos que los radicales libres y los desechos ácidos están directamente relacionados con la inflación.
2. Dieta antinflamatoria evitando tomar azúcar blanco, cereales y harinas refinadas, grasas hidrogenadas, café, cacao, alcohol, tabaco, lácteos y embutidos.
Su ingestión acidifica e intoxica nuestro medio interno, impidiendo una función celular sana.
3. Dieta rica en fibra obtenido a través de la ingestión de cereales integrales , legumbres, verduras.
La fibra es clave para nuestro sistema inmunológico, ya que las bacterias del colon la fermentan dando lugar a ácidos grasos de cadena corta con propiedades antinflamatorias y reduciendo la intensidad de la reacción ante cualquier tipo de enfermedad.
Los ácidos grasos evitan los daños tisulares provocados por la reacción exagerada del sistema inmune ante las infecciones.
4. Dieta rica en antioxidantes, como la vitamina C que además es clave para la inmunidad ya que incrementa la producción de glóbulos blancos, Naranjas, limones, brócoli, col verde, col lombarda, coles de Bruselas, perejil, y en general todas las verduras de hoja verde oscura.
5. Tomar alimentos fermentados y probióticos que permitirán mantener la homeostasis metabólico a través de la micro biota digestiva y pulmonar, comunicados a través de los sistemas sanguíneo y linfático el chocku o el tempe.
Los alimentos fermentados como el miso, salsa de soja, además de proveernos de bacterias beneficiosas para nuestra micro biota digestiva, también contiene sustancias con acción antibiótica y antinflamatoria.
Los probióticos como el yogurt, el kéfir o la Kombucha nos permiten digerir mejor la lactosa y a regular la homeóstasis de nuestra flora intestinal y pulmonar.
6. Evitar el sobrepeso ya que mantienen nuestro cuerpo en un estado inflamatorio de baja intensidad que agrava cualquier enfermedad y disminuye la respuesta inmune.
7. Depurar los contaminantes que se introducen en nuestro cuerpo a traves del agua, los alimentos y el aire.
Es imprescindible depurar una o dos veces al año para evitar que las funciones de nuestros sistemas (respiratorio, digestivo, sanguino, …) se debiliten.
8.Cenar pronto permitirá a nuestro cuerpo realizar las tareas de regeneración y limpieza sin dedicar tiempo a las tareas de digestión.
Dormir suficiente horas nos va a permitir completar estas tareas.
9.Realizar una actividad física regular y moderada, evitando un ejercicio intenso para evitar la acidificación de la sangre.
10.Mantener el estrés bajo control para evitar los estados de acidosis metabólica que reducen la capacidad de auto regulación del cuerpo.
Esto se puede conseguir con estados de relajación, contacto con la naturaleza, Esto genera endorfinas y hormonas del bienestar.